
Una novela que mezcla el presente y el pasado, en una historia donde la verdad se abre paso y busca de forma irrefrenable salir a la luz.
1925
El Whisper zarpa desde España con destino al sur de América. En el viaje un grupo de jóvenes conocen el amor y la amistad, cambiando para siempre el destino de sus vidas.
En estas tierras, Ferrán y Nina serán protagonistas de un amor marcado por la esperanza, donde las costumbres de la época y los embistes del destino determinarán su futuro, dejando por muchos años una historia sin final.
1999
Azucena Arias no quiere dejar la casa que la vio crecer, pero su vida ha tomado un rumbo inesperado, por lo que se ve obligada a recorrer un camino que no estaba en sus planes.
Sumado a la mala situación económica, los desvaríos de su madre, presa del Alzheimer, son cada vez más frecuentes y reveladores, por lo que comienza a sospechar que los secretos de su familia son más de los que creía.
Azucena, decide conocer su pasado a través de fotos y un misterioso diario, intentando reconstruir la historia de su abuelo y de todos aquellos que llegaron en el Whisper hace más de siete décadas.

Es una novela de romance histórico escrita a dos tiempos y ambientada en Chile.
Por un lado, en el pasado, nos encontramos en 1925 en un barco rumbo a América del Sur proveniente de España, donde un grupo de jóvenes de diferentes clases sociales conocen la amistad y surge el amor entre Ferrán y Nina.
Por otro lado, en el presente, en 1999, nos encontramos al personaje de Azucena Arias. Una mujer que sufre con la enfermedad de Alzheimer de su madre y con dificultades económicas que la hacen plantearse la venta de su hogar familiar.
Decidida a conocer la historia de sus abuelos, intenta a través de un diario y de sus investigaciones reconstruir qué sucedió en el pasado. Su madre, perdida en ocasiones en recuerdos que Azucena no entiende, será la que le vaya dando pistas mediante frases, nombres y anécdotas que, aunque en un principio no tienen sentido para su hija, poco a poco irá descubriendo más.
Supongo que a veces nos ponemos una venda sobre los ojos y nos negamos a ver la realidad que nos rodea. Podemos ser muy obstinados en ello, pero al final la vida nos arranca la venda de cuajo y nos hace sentir estúpidos.
Me gustan mucho las novelas que están ambientadas en épocas diferentes. Sin embargo, hay veces en que las historias en dos tiempos me atrae más alguna de las dos partes, y leo de forma más apresurada aquella que me interesa menos, para saber más de la otra.
Pero en este caso, tanto el pasado como el presente enganchan y la autora sabe unir con destreza ambas partes.
Es una historia de secretos, de amor, de injusticia y con un toque mágico con las azucenas. Bella y triste a la vez.
Con personajes que puedes llegar a odiar profundamente como «El Gallego» y con historias que te rompen el corazón como la de Ferrán y Nina.