Dani Huertas

Federico es repudiado por todo su pueblo desde que hace cuatro años se instaló en la mansión de los Balboa, una larga estirpe de caciques sobre la que corren múltiples leyendas por las calles de Don Javier, debido a las crueldades que perpetraron contra los vecinos en un pasado que se retrotrae al medievo y llega casi hasta nuestros días. Sin embargo, los continuos malos tratos que Ismael recibe a manos del novio de Cecilia, su madre, lo hacen buscar refugio en casa de Federico, que es, además, su vecino de enfrente, en contra de la prohibición de hablar con él que su madre le impone.
Un mal día, una fortísima discusión entre Cecilia y su pareja, Damián, desencadena un trágico suceso que pondrá patas arriba la vida de todos los implicados. Sobre todo, la de Ismael.
Finalmente, el trauma de todo un pueblo, marcado por su pasado más atroz, será la clave para resolver el gran drama en el que se ha convertido la vida de los protagonistas.
«No hay verdad más cruel que la mera existencia». ¿Estás dispuesto a saber por qué? Descúbrelo en Cruce de tormentos.

Cecilia es un personaje acomodado en su vida que, aunque dura, es conformista y acepta lo que tiene. Sabe que Damián, su pareja, no es buena persona, aunque intenta engañarse aferrándose al máximo a sus pocas buenas acciones. Ismael, en cambio, sufre los desprecios del compañero de su madre, y se resiste a aceptar esta relación.
Por otro lado tenemos a Federico, su vecino. Con él podemos ver la fuerza de los chismes y leyendas en u pequeño pueblo y como es repudiado sin motivo, solo por tener unos crueles antepasados. La amistad que surge entre Ismael y él es pura y sincera.
Esta historia tiene una gran trama muy bien desarrollada.
Desde el principio puedes sentir la atmósfera asfixiante del pueblo.
Damián es un personaje que sabes que va a acabar provocando una tragedia, lo que te mantiene en tensión esperando que llegue la catástrofe, aunque el giro de la historia es totalmente inesperado y el suceso que ocurre no es lo que de primeras podrías imaginar.
Mientras que la primera parte es de un ritmo más lento e introductorio, aunque te mantiene intrigado, cuando sucede ese hecho que no imaginas y que cambia totalmente el transcurso de los acontecimientos, el sufrimiento por saber qué pasará y como acabará te hace tener que leer sin parar. Los últimos capítulos son agobiantes y asfixiantes. Muy bien hilados.
El único pero que puedo sacar a esta historia es que la resolución final me parece un poco apresurada, a pesar de que no deje cabos sueltos. Quizás se hubiera visto mejor en un epílogo o un capítulo situado un tiempo después.
No obstante, la novela merece la pena por ese gran giro espectacular y original y por su narración.