Fátima Redondo.
Publicado por Adarve Editorial.

Una flor en invierno. En el corazón de Violeta solo existe espacio para una inmensa necesidad de destruir a los demás, o a sí misma. Luca es un psicólogo que atraviesa por su propia crisis emocional. Un encuentro que debería durar los cuarenta y cinco minutos de consulta se transforma en una intensa relación de la cual saldrán profundamente renovados, o no saldrán.

La protagonista de esta novela soporta una gran carga emocional. Violeta, confundida por un trauma del pasado del que apenas tiene recuerdos y que la mantiene alejada de sus padres, a pesar de convivir con ellos, se ve sumida en una espiral de drogas y autodestrucción que le aporta muy malas compañías y graves complicaciones.
Comienza una terapia en la que conocerá a Luca, su psicólogo, una persona que se está enfrentando a sus propios demonios.
La historia nos presenta una relación muy difícil, debido al entorno tan hostil que les rodea y a los propios problemas de cada uno de ellos.
Tanto Violeta como Luca son piezas difíciles de encajar. Ambos sufren pérdidas, traiciones y decepciones que transforman su forma de ver la vida.
¿Quién puede medir con exactitud algo tan relativo como el tiempo? Hoy es siempre, cuando se aprende a vivir, y un «para siempre» puede ser algo tan simple como «hasta que me recuerdes».
Una novela dura, muy intensa y desgarradora, pero con un gran trasfondo de superación y de aceptación de aquello que nos ha ocurrido y no podemos cambiar, así como de sanación de las heridas que nos atormentan.
A veces perdiendo se gana. Por primera vez, en muchos años, aquellas dos mujeres se sintieron acompañadas e invencibles.
No puedo hablar mucho de su final sin desvelar nada, pero sí decir que tiene un buen cierre, mezcla de tristeza, realismo y un toque de esperanza.